"Los hombres no tienen ningún secreto. Hay que creer que tienen uno, pero, en el fondo, una vida no oculta nada. A fin de cuentas todo se ve, es decepcionante. Todo el problema consiste en creerse que queda un misterio."

viernes, 22 de noviembre de 2013

Experimento con la India, de Giorgio Manganelli

Hasta este libro, no había leído nada de Manganelli. Craso error por mi parte. Éste no es estrictamente un libro de viajes, es mucho mejor; literatura basada en la experiencia del autor en su periplo por India, una India vista (y vivida) desde un punto de vista y una forma de pensar personales, haciendo que la obra resulte verdadera y muy interesante, lo que unido a su poética (y reiterativa) prosa, concluye en una brillante pequeña obra  (por la extensión). Me encantó. Sentir la magia y las evocaciones suscitadas a partir de sus percepciones y pensamientos enlazados y sesgados por su origen (y por añadidura mentalidad) occidental. Sentir la India como la sintió él. Una India, podríamos decir, que abarca todo, de mil caras, inasible, extensísima en todos los sentidos: territorialmente, teológicamente, culturalmente, humanamente y todos los mentes más que se puedan ocurrir. Una amalgama de personalidades y contrastes. Un lugar donde la inmortalidad del alma parece estar siempre presente en el subconsciente de las gentes y formar parte de las raíces, la esencia, de la sociedad, siendo lo más terrorífico su capacidad de contagio. Un sitio donde se aceptan los vaivenes y las suertes de la vida con completa normalidad, donde la autocompasión no parece existir. Un espacio donde caben todas las religiones, con innumerables templos, iglesias, mezquitas, etc.; algunas abandonadas y dejadas a merced del tiempo pero igualmente vigentes. Un territorio donde no se olvida la historia, en especial si tiene algo de teológica. Una porción que hipnotiza pero ahoga, que fascina pero atemoriza, que obnubila pero choca.

Experimento con la India es una guía particular, subjetiva, literaria, artística, sesgada; que dice, expresa, transmite mucho más que cualquier guía estandarizada y sin personalidad.


(Experimento con la India - Giorgio Manganelli - Trad: Júlia Benavent - Edicions Alfons el Magnànim)

viernes, 15 de noviembre de 2013

Ferdinand, de Louis Zukofsky

Éste es uno de esos libros a los que se llega por casualidad, como a casi todas las cosas buenas de la vida, y debido a ello, el impacto que me ha causado su lectura, ha sido poderosamente significativo. Louis Zukovsky es un maestro de las letras, del arte de escribir, embolicar y expresar. Creo que totalmente desconocido en la Península, a día de hoy, claro, si todo lo que ha escrito es de la misma calidad (técnica y artística), debería tener un mucho mayor reconocimiento y no quedar sepultado en la desmemoria de la sociedad. Yo, desde luego, recomiendo su lectura fervientemente. Dicho lo cual, es difícil explicar el hipnotismo que provoca Zukovsky, su prosa es como una bruma que envuelve y hechiza; suave, embelesadora, y al mismo tiempo aturrulladora, dispersa, misteriosa; es capaz de pasar de la reflexión concreta a la ambigüedad romántica y esquiva en la misma frase, el mismo párrafo; es como si fuese dando saltos de aquí para allá, sin brusquedad, con levedad y delicadeza, transportando al lector junto a su relato, salpicado de disgresiones y reflexiones acerca de la vida (niñez, familia, guerra, amistad, etc.), poderosas imágenes que se forman inevitablemente en la mente del receptor, sensaciones que experimenta y transmite el protagonista con el narrador como intermediario. Se pasa del tiempo preciso al más inconcreto y difuso, uno parece anclado en la cabina de un barco que navega apaciblemente sobre el cielo, no quiere despegar los ojos de la seductora prosa, ni desea alterar la mente de la mágica atmósfera en la que el autor le ha inmiscuido.


"-Supongo que la consideración de la vida pasada, de la vida de cualquiera se resume en esto: todo lo que se aparta del proyecto de uno es una maldita pérdida de tiempo, salvo cuando se trata de una pausa que nos hace menos solitarios. Conozco un hombre de más de ochenta años que aún sigue trabajando y cuyos designios se polarizaban en la familia. Lo triste es que apenas dispone de una pausa, Me refiero a que las riñas de sus hijos y su observación divertida de las excentricidades de aquéllos, asó como su madura impotencia le proporcionan poco consuelo, aunque le hacen menos solitario. Pero sigue sustentándoles y cualquier otra tarea le parecería una maldita pérdida de tiempo. Tiene una enorme energía el viejo. Bien podría haber empleado parte de ella en escribir una novela sobre su familia -en un momento quiso hacerlo- pero sabía que no pasaría de un puro sentimentalismo, al menos para él, el pensar en ellos en términos de literatura..."


(Ferdinand - Louis Zukovsky - Trad: Aurora Campos y Juan Antonio Matesanz - Barral editores)

domingo, 10 de noviembre de 2013

Dilemas

La paradoja existente entre ser lo que de verdad uno es -y la dificultad que entraña darse cuenta y aceptarlo por uno mismo- y lo que uno querría ser -y los espejismos experimentados que le animan a ello-.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Pelear

Tengo la impresión de que la vida está constituida por peleas y más peleas... de las que uno sale derrotado.

lunes, 4 de noviembre de 2013